A partir de los años 1960-70, las teorías marxistas tradicionales vieron su legitimidad y hegemonía cuestionadas por diversos movimientos teóricos emergentes: por un lado, mayo del 68 tiene como telón de fondo el agotamiento de la gramática marxista en los diversos medios institucionales; por otro lado, los movimientos de independencia anticoloniales y desarrollistas barrieron el hasta entonces llamado “tercer mundo”. Estos puntos de divergencia no solo llamaban la atención sobre cuestiones hasta entonces secundarias para el marxismo (como problemas de raza y género), sino que también ponían en primer plano problemas de orden espacial y geopolítico internos al sistema, demostrando, en este sentido, la heterogeneidad del capitalismo. Como sistema global, el capitalismo presenta discrepancias espacio-temporales que se traducen en diferenciaciones entre lo que ocurre en los centros y en sus periferias o márgenes. Este modo de organización sui generis es perceptible a la luz de teorías como las de los sistemas-mundo, la dependencia y teorías que debaten el pasado colonial o imperialista del capitalismo. Sin embargo, la naturaleza heterogénea del sistema capitalista reconfigura no solo el espacio social en el que estamos insertos, sino también nuestra capacidad de representarlo. En este sentido, el capitalismo avanzado (o tardío, dependiendo del referente teórico que se use) está marcado por la coexistencia de diversas realidades fragmentarias y discontinuas, conformando un sistema multidimensional, diferenciaciones y descentramientos que, a su vez, determinan nuestra vida social y la percepción que tenemos de la misma. Así, parafraseando a Frederic Jameson en su texto Mapeo Cognitivo, se trata de la diferencia lacunar existente entre la posición local del individuo y la totalidad de las relaciones capitalistas que conforman la unidad de este sistema en el cual todos nosotros nos situamos

En este sentido, ¿cómo comprender los efectos y el funcionamiento del capitalismo en un marco local y regional, sin perder de vista que se trata de un sistema con alcance global y que habría extendido su lógica de acumulación y valor a todos los rincones del mundo? ¿Y de qué manera el capitalismo se presenta de manera diversa, tanto en una perspectiva ‘pequeña’ como ‘grande’, es decir, entre lo local y lo global? El objetivo de este número es agrupar contribuciones que aborden esta relación de discontinuidad o heterogeneidad del capital, que se presenta y se articula de manera diferente desde el punto de vista espacio-temporal, instaurando desigualdades en el eje local-global. Los efectos inmediatos de esta relación axial son tanto la fundación de un plano social multidimensional, como una organización articulada entre áreas marginales y áreas centrales. Invitamos, de este modo, a autores de filosofía, ciencias sociales y humanidades en general a que presenten trabajos que aborden la relación local-global del capitalismo. Así, buscamos estimular enfoques multidisciplinarios y no tradicionales, que estén de acuerdo con nuestra línea editorial y sigan nuestras normas de publicación. La fecha límite para la presentación es hasta el 24 de enero de 2025.